



LA IMPORTANCIA DE UNA LIMPIEZA EXHAUSTIVA EN COCINAS PROFESIONALES DURANTE EL VERANO
El verano trae consigo temperaturas altas y días más largos, lo que, sin duda, es una excelente noticia para el negocio de la restauración. Sin embargo, el calor también incrementa la proliferación de gérmenes patógenos, haciendo imprescindible una limpieza exhaustiva en todas las áreas de tu cocina profesional.
Un buen plan de higiene es fundamental en este aspecto y te ayudará a recordar qué puntos son los más importantes y cómo debes limpiarlos correctamente, y es clave para el control de costes, ya que te ayudará a maximizar el rendimiento de los detergentes y minimizar su consumo.
Algunos de esos puntos críticos son:
o Superficies verticales y horizontales.
o Mesas de trabajo, maquinaria, tablas de corte y utensilios.
o Campanas extractoras, filtros.
o Neveras y almacenes.
o Zonas de cocción, quemadores, hornos, parrillas, planchas.
o Interruptores, manillas, pomos…
o Manos e higiene del personal.
En estas zonas deberás hacer hincapié en la limpieza y posterior desinfección. Vamos a ver cómo y porqué son espacios delicados:
· Neveras y Almacenes: Espacios Críticos
Las neveras y los almacenes son áreas clave en cualquier cocina profesional. Mantener estos espacios limpios y desinfectados no solo asegura la calidad de los alimentos, sino que también previene posibles contaminaciones cruzadas. Con el aumento de la temperatura exterior, es crucial comprobar los registros de temperatura de las cámaras, para evitar que se rompa la cadena de frío, revisando y limpiando a fondo las neveras regularmente. Los residuos y los derrames deben eliminarse de inmediato, y las superficies afectadas deben desinfectarse para evitar la proliferación de bacterias y otros patógenos.
· Zonas de Cocción: Un Foco de Atención
Las zonas de cocción son el corazón de cualquier cocina, y durante el verano, requieren una atención especial. Las altas temperaturas y la humedad creada por la actividad constante hacen que un derrame de salsa, una mancha de aceite, la suciedad arrinconada, etc. sean propicias para la proliferación de gérmenes. Es vital limpiar y desinfectar diariamente todas las superficies, incluyendo hornos, parrillas y campanas extractoras. Además, debes prestar especial atención a los utensilios y herramientas de cocina, propiciando que trabajes en un entorno seguro, tanto para ti y tu equipo, como para tus clientes y que cada plato que prepares esté libre de contaminantes.
· Mesas de trabajo, maquinaria, tablas de corte y utensilios. En estas zonas es donde se acumulan más restos de comida y casi siempre cruda. Los alimentos crudos perecen rápidamente fuera de la nevera y son propicios a desarrollar bacterias y gérmenes peligrosos para la salud. Es muy importante limpiar bien cada superficie una vez usada y después desinfectar:
1. Eliminación de Residuos y Suciedad Visible
El primer paso en la limpieza de estos elementos es la eliminación de residuos y suciedad visible. Las mesas de preparación y las tablas de corte están en contacto directo con los alimentos y pueden acumular restos de comida, líquidos y grasa. Estos residuos no solo atraen plagas, sino que también son un caldo de cultivo ideal para las bacterias. Utilizar detergentes adecuados y agua caliente ayuda a eliminar esta suciedad superficial, dejando un entorno más seguro para la preparación de alimentos.
2. Desinfección para Eliminar Gérmenes Patógenos
El segundo paso es la desinfección, crucial para eliminar los gérmenes patógenos que pueden haber sobrevivido a la limpieza inicial. La maquinaria y los utensilios, especialmente aquellos con partes difíciles de alcanzar, necesitan una desinfección adecuada para garantizar que no haya microorganismos peligrosos presentes. El uso de desinfectantes aprobados y seguros para superficies en contacto con alimentos es esencial. Este proceso no solo protege la salud de tus clientes y personal, sino que también cumple con las normativas sanitarias y reduce el riesgo de contaminación cruzada.
· La higiene personal de los trabajadores es tan importante como la limpieza de las instalaciones y los equipos en una cocina profesional. Durante el verano, cuando el calor puede intensificar la sudoración y el crecimiento de bacterias, mantener altos estándares de higiene personal es esencial para prevenir contaminaciones y garantizar la seguridad alimentaria.
1. Lavado de Manos Regular y Correcto
Los trabajadores deben lavarse las manos frecuentemente y de manera adecuada, especialmente antes de manipular alimentos, después de tocar superficies sucias o utilizar el baño. El uso de agua caliente y jabón, junto con una técnica de lavado de al menos 20 segundos, es fundamental para eliminar los gérmenes.
2. Uso de Ropa y Equipos de Protección Limpios
Es crucial que los trabajadores usen ropa limpia y adecuada, como delantales y gorros, para evitar que el cabello, el sudor o cualquier contaminante externo entre en contacto con los alimentos. Los guantes desechables deben cambiarse regularmente, y cualquier equipo de protección debe mantenerse limpio y en buen estado.
3. Cuidado Personal y Salud
El personal debe estar consciente de la importancia de mantener una buena higiene personal, que incluye ducharse regularmente, mantener las uñas cortas y limpias, y evitar el uso de joyería que pueda caer en los alimentos. Además, es vital que cualquier trabajador con síntomas de enfermedad, especialmente gastrointestinales, evite trabajar hasta que esté completamente recuperado.
Una cocina profesional limpia y desinfectada no solo cumple con las normativas sanitarias, sino que también ofrece múltiples beneficios:
- Seguridad Alimentaria: Garantiza que los alimentos servidos estén libres de contaminantes.
- Reputación del Negocio: Una cocina limpia transmite confianza y profesionalidad a los clientes.
- Ambiente de Trabajo Saludable: Protege la salud del personal, reduciendo el riesgo de enfermedades y bajas laborales.
- Tranquilidad. Saber que haces las cosas bien y que no provocarás una intoxicación masiva, es motivo suficiente para estar tranquilo/a con lo que haces y poder “levantar la persiana” cada día.
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